jueves, 12 de enero de 2017




Coleccion MALBA Museo de Arte Latinoamericano de Bs. As.

Splitting patagónico (a G.M.C) pertenece a una extensa serie de fotografías que Eduardo Gil desarrolló entre 2005 y 2015. Aporías, el título de la serie en la que se inscribe la pieza, cifra en tono filosófico una contradicción que en este caso se revela específica y situada: las fotografías que componen esa secuencia son, al decir de Gil, “imágenes de un país pensado para una grandeza que no llegó nunca”;(1) registran vestigios de proyectos truncos, sitios inexplicables emplazados en paisajes desolados o marginales. Entre las construcciones y los espacios fotografiados –la mayoría se sitúa en la Patagonia– figuran fachadas de edificios, fábricas, viviendas y depósitos abandonados, diversos desechos industriales, en un juego de alternancias entre tomas exteriores e interiores. El artista concibió la serie bajo la forma de una “sinfonía visual”, con un movimiento matriz integrado por algunas piezas que dieron origen al conjunto –como Splitting patagónico (a G.M.C), Eolo o Santabárbara– y otros tres movimientos que nuclean imágenes según ejes: Marcas alude a las huellas de distintos materiales sobre superficies de ambientes fabriles; Números compila un conjunto de dígitos que en el pasado organizaron, jerarquizaron o señalaron partes de edificaciones y artefactos; en tanto que Enjoy it agrupa fotografías de lugares originariamente destinados al turismo y que hoy son ruinas deshabitadas.

Aporías señala –junto con Paisajes (2004-2015), serie que le es contemporánea– el inicio de un período en que Gil transformó, mediante una indagación dirigida y consciente, el modo de trabajar que caracterizó sus ensayos fotográficos de los años 80 y 90. Deudoras de una herencia humanista, las fotografías de esa época articulaban un relato nacional en imágenes, desde la dictadura militar hasta fines del siglo XX, haciendo foco en actores sociales, sucesos y escenas de una Argentina tensionada entre un pasado no resuelto y un presente confictivo.(2) En la etapa siguiente, a comienzos del nuevo siglo, la apuesta expresiva de Gil evidenció ciertos desplazamientos: de la fotografía en estricto blanco y negro en clave bressoniana se pasó al uso de películas color; del formato pequeño, a la experimentación con formatos mayores; del énfasis puesto en el contenido, la denuncia y el carácter documental, a la búsqueda de una síntesis visual ligada a una intención conceptual. Al respecto, las fotografías de Praesagĭum, un pequeño catálogo elaborado sobre la base de imágenes de su archivo, anticiparon algunos planteos que el artista desarrolló de forma más sistemática en Aporías, como el uso de la perspectiva frontal, la preocupación por una reproducción precisa y de alta calidad o el enfoque uniforme de los objetos representados.(3) Estas características –junto con el empleo de un esquema de composición que enlaza a las piezas, la centralidad de la arquitectura como motivo y la idea de serie como una obra abierta susceptible de ser continuada en el tiempo– ubican a Aporías en manifiesta sintonía con los lineamientos estéticos de la escuela de Düsseldorf. Con la construcción de la imagen fotográfica desde una mirada neutral y desafectada Gil participaba, a su modo, de una valorización del legado de las posvanguardias en relación con la representación del paisaje y la arquitectura, reconocimiento que venía produciéndose en el campo de la fotografía argentina desde los años 90.(4)

Splitting patagónico (a G.M.C) es –desde el título, que incluye una dedicatoria abreviada en iniciales–una cita y a la vez un discreto homenaje a la obra de Gordon Matta-Clark. La fotografía registra desde una vista transversal el interior de una vivienda prefabricada emplazada en un asentamiento cerca de Río Grande, en Tierra del Fuego. El motivo fotografiado evoca los famosos building-cuts, los cortes de edificaciones que el artista neoyorquino realizó y documentó con films y fotografías en la década del 70. Cabe precisar que, más allá de las posibles reminiscencias formales en las que se sustenta la referencia, las perspectivas estéticas de ambos artistas difieren sensiblemente. Matta-Clark transformaba físicamente la arquitectura con particiones transgresoras en diversas construcciones, como una estrategia de indagación y deconstrucción del espacio urbano. El interés de Eduardo Gil, en cambio, apunta a acentuar el carácter indicial de la fotografía y la función del fotógrafo como operador, que registra los objetos, las construcciones y los paisajes sin intervenir en ellos, expresando una voluntad de distanciamiento.

En cuanto a las características técnicas, al igual que las demás piezas de Aporías, Splitting patagónico (a G.M.C) fue realizada con diapositiva color, en formato medio, con cámara analógica, y luego procesada con escáner rotativo de alta resolución e impresa. Con esta obra Eduardo Gil obtuvo el Primer Premio Petrobras en la séptima edición de Buenos Aires Photo, en 2011.
Paula Bertúa
Notas
(1) Gil, Eduardo, “¿Qué es la fotografía?” (entrevista de Gabriela Schevach), Alphaville, 1º de septiembre de 2010, https://alphavilles.wordpress.com/tag/eduardo-gil/ (consultado el 13 de enero de 2016).
(2) Una selección de esas fotografías, que abarcan quince años de su producción, fueron publicadas en Gil, Eduardo, (argentina), Buenos Aires, Ediciones Cuarto 14, 2002. Sobre este volumen, véase Foster, David William, “La Grande Patria in Lower Case: Eduardo Gil’s Photography in (argentina)”, en Urban Photography in Argentina. Nine Artists of The Post-Dictatorship Era, Jefferson, McFarland & Company, Inc., 2007, pp. 55-76.
(3) Gil, Eduardo, Praesagĭum = Praesagĭum, Buenos Aires, 12 NA, 2009, p. 13.
(4) González, Valeria, “Fotografía y espacio urbano en los 90”, en Fotografía en la Argentina: 1840-2010, Buenos Aires, Fundación Alfonso Luz y Castillo, 2011, p. 131.